Juego responsable

El juego siempre ha estado presente en la vida de las personas. Bien como entretención personal, o como un elemento social para acercar o cosechar amistades, el juego comparte nuestras vidas desde tiempos remotos.

No obstante, hay un rostro oculto, una sombra de esta práctica que asecha como pantera hambrienta a los jugadores. Nos referimos a la adicción, a la llamada ludopatía, que te puede arrastrar a un abismo insondable. En este artículo conocerás todo lo que debes saber para evitar caer en la adicción de los juegos de azar.

Pero si ya te sientes afectado, encontrarás en estas líneas los mejores consejos para enfrentar el problema. Te diremos a qué instituciones se puede acudir en busca de ayuda y hasta cómo planificarte para que puedas disfrutar del juego de una manera sana y segura. No estás solo, lee hasta el final y lo descubrirás todo.

Se supone que el juego es divertido

Se supone que el juego es divertido y para ello el jugador debe ser quien lleve las riendas, quien tenga el control. ¡Qué agradable es compartir un juego con amigos o familiares! ¿Acaso no lo hemos hecho desde niños? Pero lamentablemente, en algunos casos, llega un punto en el que es el juego quien domina al jugador. Cuando esto sucede comienza a desvanecerse toda sensación de diversión.

Porque aun cuando la adrenalina te emocione y te haga sentir exaltado o hasta ebrio de placer, en el fondo sabes que las cosas están mal y que van a ir peor. Así que lo primero que toda persona debe conocer, para evitar cruzar la delgada línea que nos separa de ese abismo tan terrible, es que el juego debe ser considerado un entretenimiento. La bestia que habita en él se despierta cuando comenzamos a tomar el juego como una vía para hacer dinero.

Cuidado con las señales de advertencia

Pero el problema no se presenta de súbito. Si eres jugador debes estar pendiente de algunas señales que pueden indicar ¡Peligro! En el fondo, siempre está esa vocecita de alerta, así que trata de prestarle atención. Por lo general lo primero que se manifiesta es ese deseo irrefrenable de seguir jugando. ¡Nunca te sacias! Juegas y juegas y quieres más. Incluso puedes amanecer de un día para otro.

Si este es tu caso, vas por mal camino y debes hacer algo pronto. Lo otro que puede ocurrir, es que experimentes un deseo agobiante de jugar. Estás en casa o incluso en el trabajo, pero tu mente está en el juego, quieres dejar todo y correr a la mesa de juegos o encender tu computador y conectarte con tu casino en línea preferido. ¡Cuidado! Esta es una alerta temprana y debes prestarle atención.

Otra señal característica de que nos está atrapando la ludopatía, es cuando nos supera esa sensación de revancha, de jugar y jugar hasta recuperar lo perdido. Si ya la has experimentado, estás en problemas y ¡es hora de hacer algo al respecto!

Cómo evitar la adicción al juego: paso a paso

Como con todas las adicciones, con el juego nunca existe un método que garantice cien por ciento el éxito para desterrar la ludopatía. Tampoco hay soluciones mágicas, que impidan cruzar la delgada línea que nos separa de la adicción. No obstante, hay algunos pasos que al cumplirlos, nos permiten reducir al máximo el riesgo de caer en este vicio tan terrible. Primer paso: Solo juega cuando sientas que es divertido.

Segundo paso: Asegúrate de ver los juegos de azar como un entretenimiento. Tercer paso: Establece un presupuesto. Cuarto paso: Maneja tu dinero de juego en una cuenta aparte. Quinto paso: Haz varias pausas para descansar. Sexto paso: Jamás intentes recuperar el dinero perdido. Séptimo paso: Nunca acudas al préstamo de dinero para jugar. Octavo paso: No sientas miedo de pedir ayuda.

Paso uno: Solo juega cuando sientas que es divertido

Una alerta clara de que algo anda mal suele ser el cambio de ánimo. Por lo general, el jugador que está por cruzar la línea de peligro comienza por experimentar emociones contradictorias, como la frustración.

Así que si comienzas a sentirte mal, es obvio que el juego para ti dejó de ser divertido para convertirse en una carga, en un problema que puede empeorar con el paso del tiempo. Cuando sientas que te abruman esas sensaciones, tómate un descanso. Trata que la pausa sea al menos de unas horas. Aunque lo recomendable es que pares de jugar por unos días y aproveches ese tiempo para reflexionar sobre lo que está ocurriendo.

Paso dos: Asegúrate de ver los juegos como entretenimiento

Algo básico, que impide que pasemos los límites del juego con la adicción, es establecer la diversión como nuestra única motivación. Jamás pienses que juegas para ganar dinero y con ello poder permitirte algunas cosas o caprichos. Así que es necesario que te obligues a considerar el juego como un entretenimiento por el cual pagas.

Imagínate que es algo similar a disfrutar de una película en el cine o comprar un juego de computador. También puede ser como una suscripción a Netflix, en la que gastarías alrededor de diez mil pesos mensuales. En fin, considera siempre los juegos de azar de la misma manera que las otras formas de entretenimiento.

Paso tres: Establece un presupuesto

Otro punto importante es establecer un límite de gastos. Así que antes de comenzar a jugar, asegúrate de fijar un presupuesto para el juego. Establece con claridad la cantidad máxima que puedes perder por día, semana o mes. O incluso todos ellos combinados.

La idea es que jamás superes ese presupuesto. Y algo muy importante, si pierdes el dinero que has presupuestado, no juegues más hasta que comience el próximo día, semana o mes. Esta es una muy buena manera de mantenerte centrado en jugar solo por diversión. Si lo cumples, podrás minimizar el riesgo de caer en la adicción.

Paso cuatro: Maneja tu dinero de juego en cuenta aparte

Una de las consecuencias más comunes de los abusos del juego de azar, es que gastamos más de lo debido. Y claro que esto se hace más fácil cuando disponemos de una fuente de dinero a la mano. Lamentablemente, por lo general dicha fuente es la de los gastos de la casa.

De tal manera que para evitarlo, una vez establecido nuestro presupuesto de juego, debemos transferir el dinero dedicado a esto a una cuenta diferente a la de nuestros gastos rutinarios. Que quede claro que bajo ninguna circunstancia debemos apostar el dinero que no sea de la cuenta dedicada exclusivamente a los juegos de azar.

Paso cinco: Haz varias pausas para descansar

Algo que suele caracterizar a los apostadores con problemas, son las jornadas maratónicas. Se sabe de personas que han llegado a morir frente a una máquina por jugar sin descanso durante varios días. Y es que jugar sin parar solo abona en un sentido: problemas y más problemas.

Resulta que una mente agotada puede arrastrarte a tomar decisiones erradas. En este sentido, conviene que te asegures de tomar descansos cuando juegues. No debes jugar durante horas seguidas. No es sano. Además, estas pausas pueden ser de gran utilidad luego de una memorable victoria o de una larga racha de pérdidas.

Paso seis: Jamás intentes recuperar el dinero perdido

Si una actitud trae problemas a un apostador, es el afán de recuperarse de una derrota. Por lo general, esto solo trae las rachas perdedoras y hay que evitarlo a toda costa. Además, es una clara señal de que estamos cruzando la línea del juego seguro, del que debemos practicar solo como diversión. Un jugador sin problemas no se echa a morir cuando pierde, ni lo toma como una afrenta que debe vengar.

Para evitar llegar a esos extremos jamás intentes “volver a igualar” si tuviste una mala racha. Cuando notes que comienzas a pensar de esta manera, tómate un descanso y analiza lo que estás experimentando. Si estás dentro del presupuesto, lo perdido no señala el fin del mundo. Son cosas del juego y así debes tomártelo.

Paso siete: Nunca acudas al préstamo de dinero para jugar

Esto puede parecer obvio, pero jamás debes pedir dinero prestado para jugar. Si ya has fijado un presupuesto para tus juegos de azar y hasta has establecido una cuenta exclusiva para el dinero que apostarás, lo último que debes hacer es recurrir al préstamo. Esto quiere decir que ya has incumplido dos de los pasos más importantes para evitar cruzar los límites del juego seguro.

De tal manera que solo hay una razón para esto: ya estás en problemas. Cuando esto sucede comienza a agravarse la situación. Es cuando ya gastas el dinero de la casa, de la familia y aun así te quedan las deudas. Por eso es tan importante no recurrir al préstamo para satisfacer tus deseos de juego.

Paso ocho: No sientas miedo de pedir ayuda

Este último paso es uno de los más importantes. Ocurre que el apostador en problemas llega a sentirse solo y avergonzado, lo que le hace más difícil la decisión de procurar ayuda. Pero jamás debes tener miedo de pedir ayuda si sientes que estás perdiendo el control. Hay muchas organizaciones de apoyo que se especializan en la adicción al juego.

También los amigos y la familia tienden a ser muy serviciales y comprensivos. Lo importante es que sepas que no estás solo y que tampoco eres el único que sufre de esta adicción. Tomar esta decisión puede salvarte a ti y a tu familia, así que no lo dudes.

¿Qué debo hacer si me vuelvo adicto/a?

Lo más importante es reconocer que tienes este problema. Una vez hecho esto se recomienda buscar el apoyo de la familia y amigos. Pero la ayuda especializada la puedes conseguir en diferentes sitios. En Chile tienes la alternativa de la Corporación de Juego Responsable, una organización sin fines de lucro que ofrece atención en este sentido.

Tiene una página web y este es su contacto: @corporacionjuegoresponsable.cl. Pero además la Superintendencia de Casinos de Juegos de Chile, dispone de un sitio para la atención a las personas con problemas de adicción al juego. Allí podrás ver algunos consejos y hasta hacer un Test de Autoevaluación para conocer cuál es tu grado de adicción, si es que lo tienes.

También la mayoría de los casinos online tienen un sitio de ayuda en sus webs. Estos son gratuitos y puedes usarlos incluso cuando al jugar ya sientes que estás en problemas.

Así mismo, existen algunos softwares gratuitos, como betblocker.org, que tienen como objetivo ayudar a controlar el juego en personas que comienzan a tener problemas de adicción. Además, puedes encontrar ayuda en algunas congregaciones religiosas. Intenta acudir a la más cercana a tu casa, allí te orientarán al respecto. Eso sí, nunca debes descartar la posibilidad de ayuda de un terapeuta. Es decir, de un especialista médico. No olvides que la ludopatía es una enfermedad y debe tratarse como tal.

Resumen

Para finalizar debemos insistir en que, para jugar sin llegar a cruzar la línea del juego seguro, hay que ver el juego como una diversión. Ten en cuenta que uno de los principales desencadenantes de la ludopatía es el afán de ganar dinero.

Para no tener problemas, sigue las recomendaciones que aquí te hemos dejado. Son ocho pasos muy sencillos. No obstante, si ya sientes que el “gusanito” del vicio te devora por dentro, no dejes de acudir por ayuda. Esperamos haber sido de utilidad y nunca olvides que si dejas que el juego te domine, siempre perderás.